Esta mujer demuestra lo increíble que los seres humanos podemos ser. Sencilla, sincera, berraca, con empuje y sobretodo con un inmenso amor por su "Paraíso": Nuquí-chocó, Colombia. Una mujer admirable y que se le debe reconocer su labor por conservar el Parque Natural de Utria.
"no necesitamos salvadores, necesitamos facilitadores de procesos" es una frase sabia y práctica para diversos campos del ámbito nacional que podríamos poner en práctica fácilmente.
Con solo el bachillerato hecho, hoy Klinger dirige el Parque Nacional Utría y Mano Cambiada, la corporación que ella misma fundó.
Siente que el universo la escogió de instrumento para cuidar "semejante templo". Del mar aprendió el valor de la honestidad. "Siempre devuelve lo que no es de él", dice para referirse a las basuras que alguien pueda llegar a arrojarle. Con su iniciativa de ecoturismo, Mano Cambiada pretende posicionar Nuquí como un destino de riqueza paisajística y ambiental. "Es un sitio para disfrutarlo y cuidarlo, no para parrandearlo". Su compromiso sin embargo, es más que ambiental, pues en su trabajo no deja de lado a su gente, los habitantes de Nuquí y Bahía Solano. "No se puede hacer turismo en un lugar con necesidades básicas insatisfechas" cuenta para explicar el objetivo de Mano Cambiada. La corporación articula en paquetes los productos que a los turistas pueden ofrecerles los habitantes de la región. El ecoturismo, en Mano Cambiada, no solo busca compartir la riqueza ambiental de la región, es una estrategia para apalancar lo social.
Los dejo con una frase de Josefina Klingler que me parece completamente sabia "La pobreza se lleva en el espíritu y en el alma, no en lo material".